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Writer's pictureMora Melby

This is the place / Este es el lugar


So you've heard we're going to Mongolia. A lot of you are probably wondering, "Where is Mongolia? What is life like there? What do people believe?" and probably more importantly, "Why are they going there?"


Believe it or not, we ourselves were asking the same questions not too long ago! But, God had spoken while on a double date with my parents (of all places!). Together we watched the documentary "The Eagle Huntress" and the natural beauty of the Mongolian terrain had awed all four of us, but something different had awed Daniel. As we watched, God was clearly whispering to his heart, “This is the place.”


The call to be missionaries had been clearly evident in our lives for a long time.. Daniel and I (Aemilii) both experienced a strong call in individual ways that led us to then base our relationship on the idea that we were going to serve in foreign lands. That first year of marriage we would joke back and forth about going to a land that spoke neither of our maternal languages to “balance the grounds”. Maybe you’ve experienced God’s humor in how He seems to take our joking and make it a reality. So, for us, God actually transformed our hearts to incline to the continent of Asia and transformed the joking into dreaming. Now, Asia is a big place. The vast number of unreached people groups who have not yet heard or had the chance to hear the gospel seemed immense. So there we sat in the immensity of going to Asia.


Then, came that beautiful phrase, “This is the place.”

Praise the Lord, Daniel’s call was clean. But, I didn’t hear it and I didn’t feel it in my heart. Instead, God was teaching me something important. Was I going to trust that God would speak to my husband to guide us as one unit? And like most things, my rebellious heart wanted to control the uncertainty. Slowly, God softened my heart to understand that Daniel and I were one flesh. But, why Mongolia? I hadn’t heard the call. Naturally, I would have been stumped at that. But then God reminded me that we are not alone but He is with us. So, I asked for His eyes for Mongolia. And you know what? He revealed in me the perfection of His plan: I know what it is like to live in the harsh winter climate like Mongolia; I get the nomadic people of Mongolia’s unique education because I was homeschooled; Also, like the indigineous culture of Mongolia, I had been raised to appreciate and participate in native cultures of my homeland. The reality is, I have been being prepared for Mongolia my whole life.



Supongo que han oido que vamos a Mongolia. Muchos de ustedes tal vez se preguntan, Donde está Mongolia? Como es la vida ahí? En qué cree la gente? Y más importante, para qué van a ir ahí?


Creanlo o no, nosotros nos estábamos haciendo esa pregunta hace poco! Pero, Dios habló a través de una cita doble con mis papás. Juntos vimos un documental llamado ‘The eagle huntress’ y la belleza natural de mongolia nos asombró a los 4, pero algo diferente asombro a Daniel. Mientras lo veíamos, Dios habló a su corazón: Este es el lugar


El llamado a ser misioneros había sido evidente en nuestras vidas ya hace un tiempo. Daniel y yo habíamos experimentado el llamado de manera individual que hizo basar nuestra relación en la idea de que algún serviriamos en tierras extranjeras. El primer año de casados bromeabamos acerca de ir a algún país en el que no hablaran ni inglés ni español para estar en igualdad. Tal vez han experimentado el humor de Dios y ver como El toma esos chistes y los hace realidad. Para nosotros, Dios transformó nuestros corazones para inclinarnos el corazón hacia Asia y transformó las bromas en Sueños. Asia es un lugar muy grande, El gran número de personas no alcanzadas que no han oído todavía. Eso nos enfocó en el gran continente.


De ahí vino la frase “este es el lugar”

Gracias a Dios el llamado de Daniel fue claro. Pero yo no la oí en el momento y no lo sentí en mi corazón. Dios me estaba enseñando algo importante. Iba a confiar yo en que Dios le estaba hablando a mi esposo para guiarnos como una unidad? Y como en muchas cosas, mi corazon rebelde quería tomar el control. Lentamente Dios suavizo mi corazón para entender que Daniel y yo éramos uno. Pero, por que Mongolia? Yo no lo sentia. Naturalmente, todo era abrumador. Pero luego Dios me recordó que no estábamos solos en esto y que Él está con nosotros. Así que le pedí que me mostrara lo que Él veía en Mongolia. Y saben que? El me lo mostró : Yo sé lo que es vivir en clima con un invierno tan duro como el de Mongolia. Entiendo lo peculiar de la educación de las personas nómadas en Mongolia porque yo recibí la escuela en mi casa. Y además, como la cultura indígena de Mongolia, yo crecí apreciando y participando en culturas indígenas en mi país. La realidad es que Dios me estaba preparando para Mongolia toda mi vida.

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